Cada día, cada hora, a cada minuto...un día
puedes pensar algo y a la mañana siguiente justo lo contrario. Un lunes cualquiera te levantas y, después de haber
convivido en clase con esa chica a la que nunca pensaste hablarle, ese día
hablan y resulta que es agradable estar con ella. Un mes de noviembre normal y
corriente decides que ya no puedes soportar vestirte más de negro y decides
ponerle color a tu vida. Una semana como otra cualquiera piensas y descubres
que ya no eres la persona que fuiste tiempo atrás.
La gente cambia. El tiempo pasa. ¿Y a quién le importa?
Como si fuera yo la única que se da cuenta...